REGENERACIÓN EDUCATIVA
Autor: Dr. José M. Encarnación González
La educación es un bien público y, a través de ella, el Estado tiene que procurar el bienestar común. Se educa para la vida y por la vida regeneramos. ¿Cuál es el futuro que queremos? ¿Qué cualidades ciudadanas son necesarias para ese futuro deseado? ¿Cuál es el perfil de los maestros(as) que necesitamos en las comunidades escolares? ¿Cómo es la escuela que necesitamos para el futuro país que queremos? Estas son las preguntas que se hacen hoy los países que trabajan para su mañana. La Regeneración Educativa comienza identificando las condiciones de vida que nuestros estudiantes han de enfrentar en el futuro, para que así la escuela sea una organización socialmente inteligente, orientada a desarrollar de forma plena la personalidad y el potencial individual y colectivo de cada ciudadano, dirigida a crear y fortalecer los sistemas de vida del Puerto Rico sostenible y soberano que lograremos tener.
La Regeneración reafirma el principio de la educación como un derecho humano fundamental y habilitador para la transformación del país. Y por ello, propone transformar la escuela en el centro de desarrollo de capital social e intelectual para el país, en el contexto de la era del conocimiento y de la información. Proponemos crear las condiciones para que la escuela sea ese espacio vital que le ofrecer al ciudadano las alternativas y herramientas que necesita para el éxito de su proyecto individual, que será al mismo tiempo una aportación al gran proyecto colectivo. Visualizamos una educación que una al pueblo, que esté a tono con las aspiraciones educadoras de un mundo justo y pacífico, que adelante el desarrollo sostenible del país a través de la alianza directa entre escuelas y universidades.
Ningún país en la historia ha logrado adelantar sus causas alejado de la educación. El Foro Mundial de Educación organizado por la UNESCO estableció en el 2015 las aspiraciones esenciales para transformar las vidas de los seres humanos para el año 2030 por medio de una nueva visión educativa en el mundo. Se espera que los países emprendan este esfuerzo mundial reformativo, adaptando o alineando sus sistemas educativos con dichas aspiraciones. La recién aprobada Reforma Educativa de Puerto Rico no consideró esta iniciativa mundial.
El conocimiento es poder. La educación energiza y sostiene a los pueblos. La razón es sencilla: la educación es determinante en el desarrollo de un país porque, además de ser un vector de productividad, le brinda a las personas la capacidad de librepensamiento para decidir su propio destino, y revela a los pueblos el valor de su soberanía desde la conciencia ciudadana. Ese derecho a la educación de calidad y con sentido humano prepara a la gente para entenderse, para comprender a profundidad sus circunstancias y para tomar acción de manera informada y responsable ante los retos de la vida. Para que esta aspiración se logre, se requiere un proceso participativo de formulación y aplicación de políticas públicas en el que el Estado debe involucrar a la sociedad civil, los docentes, el sector privado, las cooperativas, industria, comercio, comunidades y familias. Todos cuentan, porque la educación es para todos, es para saber cómo convivir mejor.
Esto no es posible en un sistema que insiste en que memorizar vale más que analizar, en que la cantidad de datos vale más que la experiencia, en el que impera el dictamen, el examen punitivo, la prueba estándar, la pregunta capciosa, la asignación caprichosa, y las calificaciones que etiquetan y reproducen marginalidad. Frente a estos males de nuestra “escolaridad” actual, proponemos un ambiente de aprendizaje participativo, de contenido curricular científico y culturalmente dinámico, pleno, con balance entre disciplinas humanísticas y ciencias (naturales y sociales). Además, con el deporte desde un enfoque salubrista y de eficiencia física, que integre prevención con nutrición. El futuro exige que la educación acentúe más que nunca el servicio, los valores y las prácticas cooperativas en las relaciones humanas. Es decir, que fomente nuestra capacidad para vincularnos, organizarnos, colaborar y cumplir con nuestro deber, indicadores evidentes del éxito de la vida adulta. Proponemos cinco puntos para iniciar la Regeneración:
1. Reconocer que el recurso más importante de un país soberano es su capital humano, la gente y, con ello, la diversidad de inteligencias, talentos y circunstancias. Cada estudiante es único. Sus necesidades, intereses y su creatividad deben ser el punto de partida hacia su autonomía como ciudadano. El estudiante tiene que ser consciente de la relación entre el conocimiento, sus destrezas y actitudes, así como de la necesidad del país para que contribuya individual y colectivamente a un futuro saludable y sostenible para nuestra vida. La Regeneración Educativa procura que el estudiante se apodere de su propio proceso de desarrollo, que aprenda a exigirse. Para esto, es esencial que la enseñanza y evaluación se dé en un contexto no competitivo con los demás sino consigo mismo; que los contenidos se actualicen periódicamente, que los ambientes, tecnologías y prácticas científicas estén orientados a la solución de problemas, al trabajo en equipo y al pensar crítico. Queremos estudiantes capaces, saludables, sensibles, solidarios, felices, que aprecien y protejan su integridad física y mental, y que sepan convivir y aprender cuáles acciones son éticamente dudosas y cuáles estratégicamente necesarias.
2. Propiciar el fortalecimiento de la institución familiar como elemento fundamental del desarrollo social. Involucrar a la familia en los procesos educativos de sus miembros es una responsabilidad que el liderato escolar y comunitario tienen que sostener continuamente. La Regeneración propone un grupo de profesionales que respalden al maestro, al estudiante y a su familia en las áreas de trabajo social, orientación y consejería, psicología, salud y nutrición, terapia ocupacional, física y del habla, entre otras. El bienestar y la presencia positiva de la familia en el proceso educativo son factores que propenden al éxito estudiantil y social de un país.
3. Aceptar que la condición socio-económica afecta el rendimiento del estudiante. Tener más o menos recursos no puede ser un factor determinante para el progreso de un individuo. La Regeneración busca precisamente que haya recursos para que todos estudien, para que todos tengan a su disposición los apoyos necesarios y para que todos terminen su jornada sin que la necesidad los detenga. El presupuesto educativo debe ser robusto y estar distribuido según consideraciones demográficas y geográficas. Este tipo de educación sí es determinante para romper el círculo de la pobreza y para adelantar un futuro de mayor conciencia proactiva en la ciudadanía, la cual debe manifestarse en una mejor calidad de vida para todos. La educación regenerada tiene que garantizar alternativas académicas y vocacionales para todos los estudiantes del país sin importar el nivel de recursos económicos de cada uno. Más aun, el talento en las artes, ciencias, deportes y los servicios profesionales al graduarse, tienen que ser reconocidos como formas dignas y justas de retribuir al país el apoyo económico para estudiar y trabajar.
4. Entender que la relación del estudiante y el educador es de principal importancia. La Regeneración propone un cambio del modelo centrado en el estudiante a uno enfocado en ambos, el estudiante que se hace maestro y el maestro que aprende a ser estudiante. En la Regeneración, el estudiante es el recurso principal para el futuro, y el maestro el estratega de la transformación social. Promovemos las escuelas inteligentes, que son aquellas en las que se aprende a través de maestros-mentores, quienes, apoderados del aula, se encargarán de transformar la sociedad estudiante por estudiante. El primer paso consiste en transformar la figura del maestro. Una cultura profesional de maestro tiene que disponer del tiempo para el mejoramiento continuo de su práctica, y tiene que optimizar sus beneficios y los de los demás profesionales del sistema educativo. Si aspiramos a una educación de orden mundial, el nivel profesional, la supervisión y la calidad de vida del maestro tienen que ser un asunto prioritario.
5. Interpretar la educación como algo continuo, algo a largo plazo, algo para toda la vida. La Regeneración vincula la escuela pública con la Universidad, con el servicio y el empleo y con la producción en general. Ningún país puede aspirar a un desarrollo sostenible sin una universidad empeñada en investigar, crear, servir, orientar y actualizar a su país para mejorar las condiciones de vida de todos. Esto implica fortalecer las áreas de investigación y los programas graduados. Incrementar los costos de matrícula de la institución para convertir la posibilidad de alcanzar un grado académico en un privilegio de adinerados o de endeudados es un obstáculo para la prosperidad de todo el país. La Regeneración Educativa aboga por una escuela y universidad públicas unidas, desde un principio en sistema y currículo, accesibles a todo el pueblo por igual, partícipes de toda la actividad comunitaria, nacional e internacional, y enraizada fuertemente en la industria y el comercio nacional.
Estos cinco puntos son solo el inicio de un diálogo más amplio. Parte del proyecto de regenerar la educación implica erradicar el clientelismo político partidista, por lo que la estrategia educadora no puede depender de plataformas políticas de cuatro años enmarcadas en adelantos ideológicos, en amasar poder gerencial y económico asaltando la escuela y la universidad. La Regeneración propone la creación de una Junta Educativa Ciudadana, seleccionada por la comunidad educativa, con representantes de la sociedad civil y del gobierno. Esta junta tendrá la misión de evaluar las nominaciones y el desempeño de candidatos para la Secretaría de Educación y para la Presidencia de la Universidad de Puerto Rico. Además, tendrá la encomienda de proteger la agenda educativa de la década, es decir, el plan maestro mediante el cual, desde las escuelas regionales especializadas en ciencias, artes y deportes hasta los recintos de la universidad pública, reflejen una visión social cooperativa, de vanguardia tecnológica, adecuada al plan de desarrollo económico del país y a las condiciones tropicales. Más que un conjunto tradicional de aulas, las escuelas regeneradas serán verdaderos centros de desarrollo de capital social e intelectual para la vida puertorriqueña en el contexto de la era del conocimiento y de la información, serán instituciones eco-amigables, sismo-resistentes y autosustentables en recursos de agua y energía.
La Regeneración Educativa de Puerto Rico es necesaria porque enfoca el futuro desde nuestra realidad con el fin de construir una vida distinta. Regenerar la educación es vigorizar el país con generaciones de jóvenes capaces de emprender una vida esforzada, productiva, honesta, con la fuerza socio-emocional y la autoestima necesarias para transformar los desafíos en oportunidades. Sentirse valorado, seguro, libre de los límites impuestos por las estructuras doctrinarias, son las mejores circunstancias para aprender. Todos los niños y jóvenes de Puerto Rico merecen una experiencia educativa diversa y abarcadora, que los desarrolle como ciudadanos socialmente responsables y profesionales de vanguardia, cuyo pensamiento proyecte ser crítico, innovador, divergente, con plena conciencia histórica e identidad cultural, y sobre todo jamás indiferente a las injusticias. Un país que aspira a un futuro mejor se asegura de ofrecerle también lo mejor a sus ciudadanos, una existencia digna, y sobre todo la oportunidad de desarrollar su conocimiento, sus destrezas y sus actitudes al máximo, tanto para su beneficio propio como para el de la sociedad entera. Regenerar a Puerto Rico exige educar para la esperanza, para la solidaridad y para la buena convivencia. Exige educar para la libertad.
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